jueves, 15 de marzo de 2018

Lavaredo Ultra Trail (LUT) 2017

En 2017, mi carrera del año fue Lavaredo Ultra Trail (LUT). Carrera de 118km y desnivel +5800m que parte de Cortina D´Ampezzo y recorre lugares emblemáticos de las Dolomitas. Es una de las carreras del Ultra Trail World Tour (UTWT).


La preparación este año ha sido mucho menor comparada con años anteriores, debido a que en Navidades llegó mi primer hijo, Carlos. Por eso, prácticamente la preparación se basó en carreras oficiales: Trail Mt Cheaha 50km (Alabama, USA), Trail de la Primavera 65km (Bélgica) y Hexentanz Ultratrail 110km (der Harz, Alemania).

Me desplacé desde Colonia, Alemania, a Cortina D´Ampezzo con mis padres, mi mujer Marichu y el pequeño Carlos. Primero en tren hasta Múnich, y allí alquilamos un coche por pareja haciendo noche en Garmisch-Partenkirchen. Mis padres aprovecharon para subir al pico más alto de Alemania, el Zugspitze (2962m).

En la cima del Zugspitze, 2962m

Una vez en Cortina en realidad nos alojamos en una casa a 30minutos del pueblo, en San Vito di Cadore. El tiempo era agradable pero nos decían que todas las tardes caía una tormenta muy fuerte durante 30 minutos o una hora. Y así fue excepto el día anterior a la carrera, que llovió toda la noche.


Tras recoger el dorsal, visitar la feria del corredor y comer en Cortina, el día de la carrera volvimos a nuestro alojamiento a dormir la siesta (o al menos intentarlo :) ) ya que la carrera empezaba a las 23:00. Algo similar hice para el UTMB, pero esta vez la siesta no resultó tan profunda ni larga.

Me fui con mi padre y mi madre en el coche a Cortina unas dos horas antes del pistoletazo de salida. El ambiente era el de las grandes carreras. El centro del pueblo a rebosar, música, las palabras del comentarista, entrevistas a favoritos, fotos con mis padres para el recuerdo...Hacía bastante buen tiempo. Llega la hora. Silencio. Suena Ennio Morricone (El Bueno, el Feo y el Malo), qué momento y qué canción! Sensaciones a flor de piel. Nervios...Y empieza la carrera!!


Voy grabando la salida del pueblo, saludo a mis padres, y nos adentramos en la oscuridad iluminada por frontales. Son 1500 corredores por lo que el ritmo no es el que uno quiere. Paciencia. Se irá estirando el pelotón. Desde el principio la cosa pica bastante hacia arriba así que tiro de bastones y me pongo a correr y a caminar, según el tramo. Me encuentro cómodo de ritmo pero incómodo de sensaciones. Pensé que sería sólo el principio pero no. Me doy cuenta que ya he empezado la carrera cansado. Es tarde y creo que no he descansado bien ese día. La siesta no fue buena y lo estoy notando.



Tras una subida de +600m empieza una bajada de sendero con algunas raíces de árbol peligrosas. Tengo que estar muy atento porque ese cansancio que tengo no quiero que se traduzca en una mala pisada y retorcerme un tobillo. Llegamos al primer avituallamiento, Ospitale (km18, 2h10m). Voy en la posición 294 de los 1500 starters. Está muy bien! Sin embargo sigo incómodo, cansado. Recupero fuerzas y sigo con calma sabiendo que toca una gran subida al Forc Son Forca (2200m). Una subida larga y ya de madrugada. Va haciendo cada vez más frío a medida que subimos así que decido parar a ponerme una segunda capa. De paso, enciendo mi MP3 con la idea de buscar un revulsivo a mi estado de cansancio, ya que la comida del avituallamiento no cambió mucho en mí. Recuerdo la gran ayuda que me dió la música en el UTMB y pienso en algo similar...

Efectivamente! Primera canción, suena Felpeyu "Tierra", me llegan buenos recuerdos de fiestas de verano en Asturias hace muchos años, y resurjo cual Ave Fénix. Ni geles, ni barritas! Una buena canción que despierte las neuronas es la mejor terapia! Me siento con fuerzas y acabo la subida a buen ritmo y empiezo a descender. Sigo por el Passo Tri Croci y bajo hasta el siguiente avituallamiento de Federavecchia (km33, 4h14m).



Desde ahí empieza una larga subida, con una zona llana de descanso por el medio alrededor del impresionante Lago Misurina (más impresionante si coincide con el amanecer, como me sucedió a mí), cuyo objetivo es el punto más emblemático de la carrera, a la vez que el punto más alto, el Refugio de Auronzo y las Tres Cimas de Lavaredo. Esta parte de la carrera es impresionante. Ya desde el lago se puede ver cómo el sol va iluminando Lavaredo. Los paisajes son auténticos Patrimonio de la Humanidad. La subida hasta el refugio es muy dura. Hay que parar a descansar varias veces. Pero es una parte inolvidable para el corredor y amante de la montaña.



En el refugio de Auronzo (km50, 2333m) hace mucho frío. Entro en el avituallamiento a tomar sopa caliente y algo de embutido. Saco fotos hacia todos los lados. Las piernas ya están fatigadas de la paliza. Pero hay que seguir para no coger frío. Desde ahí empieza una larga bajada que será recuperadora. Además cada vez calienta más el sol y la temperatura se hace muy agradable.


Tras una larga bajada de casi 1000m y un falso llano llego al avituallamiento de Cimabanche (km66, 9h22m). Allí me esperan mis padres. Es el ecuador de la carrera. Son las 8 y pico de la mañana y este encuentro me recarga los ánimos. Llevaba desde el Refugio de Auronzo pensando en ello y, como siempre, fue una gran motivación y ayuda. Sin duda no disfruto lo mismo en las carreras sin el apoyo familiar, ni tengo tanta fuerza psicológica para seguir.

En Cimabanche me cambio de ropa con lo que había dejado preparado a mis padres. Como. Bebo. Voy a buen ritmo. Estoy en la posición 233, guau...mejor de lo que esperaba!! Tras charlar con ellos de los altibajos de la noche, retomo el camino pensando que a lo mejor puedo verlos de nuevo en el siguiente punto. Ellos deben dar un buen rodeo con el coche pero quizás lleguen...


A partir de Cimabanche empieza otra carrera. La carrera de día. La carrera con el sol pegando fuerte. Paso a la manga corta, a la gorra, y con mis Hoka ATR Challenger y mis bastones empiezo a subir a Forc. Lerosa. Es una subida de unos 500m, pero con el solazo y el cansancio acumulado me entra la primera gran pájara. Veo cómo me pasan los corredores con los que compartí casi todo el camino hasta ahora. Tengo que parar a refrescarme en el riachuelo. Más adelante tengo que sentarme porque estoy mareado. Como un poco más. Casi termino con el agua. Afortunadamente cerca de la cima un avituallamiento extraoficial ofrece agua que me da la vida.Ya sólo queda la bajada. Con calma para no retorcerme un tobillo, ya que me encuentro débil, troto hacia el siguiente valle hasta Malga Ra Stua (km76, 11h31m). Más de 2 horas para apenas 10km!



En Malga Ra Stua están de nuevo mis padres, que alegría! Me notan la pájara. Me tomo con calma esta parada porque tengo que recuperar antes de enfocar lo que parecía la parte más difícil de la carrera. Hablo con ellos y recupero el ánimo. El calor aprieta aún más. Estamos a casi 35 grados.


El siguiente tramo hasta el Refugio Col Gallina, con una subida de unos 1000m al Forc. Col del Bos por el medio, supone el tramo más duro por las condiciones del día, el terreno, y mi ya deteriorado estado físico. En este tramo vi a corredores retirarse. Vi a corredores beber de riachuelos porque ya habían acabado el agua (yo entre ellos!). Y vi paisajes impresionantes. Un buen tramo se recorrió por terreno de piedra, entre altas montañas, en el que no había ninguna sombra, tan sólo se cruzaban riachuelos. Se me acabó el agua en un momento dado y, aunque desde bien pequeño me enseñaron que no debo beber de los ríos (y no lo hago), aquí tuve que hacerlo por pura deshidratación, con la suerte de que no me entró ningún contratiempo en el estómago. Precisamente en este tramo parece ser que el corredor élite Pau Capell, que estaba corriendo para ganar, tuvo que beber del riachuelo y más adelante en el Refugio Col Gallina abandonó por encontrarse indispuesto y tener incluso la visión borrosa!

Tras beber del río continúo la subida en fila junto a los demás. Llegamos a un punto con una fuente (Malga Travenanzes, km89). Un buen grupo descansa aquí con agua fresca y recupera fuerzas. Es una zona más verde, menos rocosa que antes, y con más sombras. Hago cima en el Col del Bos y saco unas fotos al impresionante paisaje de las Dolomitas, con las Cinco Torres detrás de mí.


Tras bajar un rato volvemos a subir para pasar por un antiguo poblado de piedra hecho en la montaña por el ejército durante la Primera Guerra Mundial. Impresionante! Estas subidas marcadas en el mapa de la carrera como pequeños dientes de sierra las infravaloré y se me hicieron más largas de la cuenta. Son duras y no son tan cortas, cuidado con eso!

Desde ese poblado ya se ve el Refugio de Col Gallina. Voy a ver otra vez a mis padres y, posiblemente, a Marichu y a Carlos también, ya que llegaré a una hora normal. Qué bien! Abajo!


A Col de Gallina (km94, 15h38m) llego el 249. Me saco fotos con los cuatro fans que me esperan :) Les cuento el calvario del último tramo. Ya no sé si los volveré a ver hasta meta. No puedo parar mucho para no enfriar así que tras una buena dosis de familia y comida, continúo.

El siguiente tramo es una subida que sigue una pista de esquí, por lo que es muy vertical y zigzaguea mucho. Hay que tomarla con calma. Para mí no fue tan dura porque la peor pájara ya había pasado, y no me exigí más de la cuenta. Antes de llegar arriba un chico me pide un gel energético, me enseña que tiene la barriga hinchada y que no es capaz de tragar la comida y va a intentarlo con el gel. Le dije que tuviese cuidado y sigo.

Tras llegar a la cima, el Refugio Averau (km97, 17h05m), se pasa por una zona sube-baja de camino con piedras antes de enfocar una subida relativamente corta pero muy dura y vertical que me machacó psicológicamente, la subida a Forc Giau. Además las nubes y los truenos que llevamos un rato escuchando se encuentran ya encima de nosotros, y empieza a lloviznar y a enfriar arriba.

Es importante destacar que eché mucho de menos no haber reconocido el terreno previamente, sobre todo para el entrenamiento psicológico. Noté la diferencia con respecto al UTMB, por ejemplo, donde reconocí 2/3 del camino antes de la carrera. Saber lo que te va a venir marca la diferencia, aunque sufras lo mismo físicamente.

Desde Forc Giau, donde me pongo la chaqueta impermeable, ya sólo queda bajar..."sólo"...una bajada de casi 15km y más de 1000m de desnivel que me destroza los cuádriceps que me quedaban. Hay zona de piedras, zona de tierra suelta muy vertical, asfalto...

Ya se ve Cortina D´Ampezzo, entramos en las calles y se oye la megafonía al fondo. Voy a terminar esta gran aventura con paisajes de ensueño y con un tiempo que no me esperaba.

Entro en la calle principal. La llegada me recuerda a la de Chamonix. Voy saludando a ambos lados a todo el mundo que me anima. Me emociono. Veo a Marichu que me da a Carlos para entrar con él los últimos metros y...¡conseguido! Finalmente fueron 20h y 24m para acabar en la posición 240. Qué gran final rodeado de los míos. Otra carrera de las Top que he podido terminar, sufrir y disfrutar!