Habían pasado 4 años desde la primera vez que me había apuntado a la lotería para correr la maratón de NYC. Como no tuve suerte durante 3 años seguidos, el cuarto tenía asegurada la inscripción, así que allí me fui con mi amigo Ramón, que también corrió, y mi amigo Jesús, que fue como "sticky friend".
Los tres disfrutamos de 9 días repartidos entre New York y Washington D.C. En NY nos alojamos en la zona de Chelsea de Manhattan, no sabíamos que era el barrio de los gays, estaba muy céntrico y era muy tranquilo, una buena elección!
Paseando por Times Square nos encontramos a uno de los grandes del atletismo español, Chema Martínez, que iba a correr "sólo media maratón" como entrenamiento para los Campeonatos de Europa...casi nada!
La carrera en sí...impresionante! Levantarse a las 4 a.m. (o antes, no lo recuerdo!) con los nervios y todo preparado de la noche anterior para ir a coger uno de los autobuses que te llevan a la salida en State Island. Allí, una espera de unas 3 horas, con un frío del carajo, y la gente en las carpas juntándose para darse calor. Ahí conoces a gente de todo tipo, como un señor mayor de Honduras, creo recordar, que llevaba corriendo la maratón no sé cuántos años, la había corrido incluso con su hijo. Ramón y yo estábamos asombrados con el ambiente.
Llega la hora de la salida, 40.000 personas organizados bastante bien se dirige cada uno a su corral. Queda menos de media hora y ya estamos todos en el punto de salida. El alcalde de Nueva York da un speech de lo orgullosa que está la ciudad de nosotros, y a continuación una negra con vozarrón se pone a cantar el himno de USA. Eso fue un shock para mí que nunca olvidaré, de repente todo el mundo deja de calentar y se lleva la mano al corazón para cantar el himno a la vez que elevan la mirada a la enorme bandera estadounidense que ondeaba. Por casualidad (o no) un helicóptero que parecía con colores militares pasa justo por detrás de donde dirigíamos la mirada a la bandera. Estaba en Apocalypsis Now? Estaba metido en una película? Qué subidón!! Al finalizar dan el pistoletazo de salida y suena la canción "Kids" del grupo MGMT...qué más se puede pedir?
Durante todo momento de la carrera tienes un montón de gente animando y realmente volcada y disfrutando del evento. Es una carrera con cuestas, no es muy llana, por lo que tenía ya decidido salir a disfrutar y no preocuparme por el tiempo. Por eso durante la primera mitad me dediqué a ir chocando palmas con todos los niños que animaban. También es muy curioso ver los matices de los distintos barrios, en Queens se veía un montón de judíos, luego en Harlem y Bronx lleno de afroamericanos, y los grupos musicales que amenizaban la carrera cambiaban de estilo acorde con el barrio.
La llegada en Central Park es inolvidable. Acabé sufriendo porque el recorrido, como comenté, es sufrido, pero conseguí hacer 3h22m y muy feliz por toda la experiencia.
Mi amigo Ramón también acabó con buen tiempo y flipando con el ambiente, y nuestro Sticky Friend, aunque intentamos quedar con él en un punto de la carrera para abrazarnos, no lo conseguimos...una pena!
Desde el siguiente año volví a apuntarme a la lotería para intentar volver a correr esta carrera en 4 años, pero esta vez...con mi hermano!!
